Como ya he escrito en mi blog, soy una persona que se expresa a través del tacto, y no de la palabra. Para mi tocar carga más emoción. Y una caricia no miente (como bien sabe cualquier persona sensible).
Mi trabajo tántrico me fa la oportunidad de conocer gente interesante de muchas disciplinas y caminos de la vida. Y cada una de estas personas me enriquece de alguna manera, contribuyendo al mosaico de mi vida. Raramente me siento vacía después de trabajar. Y, al contrario, mentalmente enriquezco a cada cliente que conozco. Y por ello estoy muy contenta.
A menudo las parejas me visitan. Algunas solo tienen curiosidad, pero la mayoría de las veces son dos personas que quieren revivir y mejorar su vida íntima. Este es un gran honor para mi; que confíen en mi y que juntos podamos encontrar nuevas maneras de ayudarles a mejorar sus experiencias compartidas. Es en esos momentos en los que veo el significado de mi trabajo, lo cual me llena de energía y me da fuerza y convicción.
No sé cuánto tiempo trabajaré como terapeuta tántrica. Pero lo que sí sé es que mientras pueda seguir ayudando y mientras los clientes vuelva, estaré ahí para ellos - lista para ayudar, escuchar y quizás enseñarles el camino.
Vuestra Charlotta
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