Hera en el Templo. Mi nombre proviene de la diosa griega del amor y el poder femenino, y me gusta pensar que algo de ella vive en mí. Hera representaba el misterio, la fuerza y el deseo.
Mis manos llevan años explorando la piel, despertando sentidos y despertando fantasías. Soy masajista erótica, y cada sesión es un viaje diferente, un viaje compartido entre tú y yo, un viaje único.
Nuestra mirada será el primer paso hacia el autodescubrimiento.
¿Te atreves a conocerme?
Con amor,
HERA
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